domingo, 25 de junio de 2017

DARK SOULS: Prepare to Die - PS3 review


Todo comenzó durante mi graduación de Bellas Artes. En realidad un poco antes, después de la presentación de mi TFG, la semana anterior. Un aterrador vacío existencial se apoderaba de mi al encontrarme sóla ante un futuro incierto en el cual no más podía vislumbrar próximas penurias e indecisiones ahogadas por una mediocre situación económica. Afortunadamente, Steam estaba de rebajas, y es ahí donde encontré mi refugio de no-muertos. Mis queridos lectores, ayer (31/07/2017) me acabé el DARK SOULS.


DARK SOULS: Prepare to Die Edition, desarrollado por FromSoftware y publicado por BANDAI NAMCO en 2011, que comencé jugando vía Steam y que, por diversas causas que explicaré más adelante en esta reseña, acabé jugando en PS3, es un juego de Rol de acción y exploración (muy importante esto último) que se desarrolla en Lordran, tierra de los Antiguos Dioses, donde aquellos humanos malditos con el Signo Oscuro, comunmente llamados No-Muertos por el hecho de no poder morir hasta volverse locos de desesperación para perder consciencia de sí mismos y transformarse en Huecos deambulantes, deben llegar para cumplir con la profecia, pues el Elegido que tocará las dos Campanas del Despertar desvelará su verdadero destino...
Y eso es sólo el principio, pues el juego te desvela el argumento según avanzas en tu aventura, complementado con las descripciones de los objetos que irás encontrando, que no sólo aportarán valuosa información sobre el transfondo de la historia, también animará al jugador a crear sus propias teorías ya que muchos detalles de la historia quedan abiertos.
DARK SOULS, a pesar de la apariencia de sus gráficos, hereda muchas características de los juegos más clásicos, como es un personaje que al interactuar con NPCs no habla mas que para contestar Sí o No, a lo que el jugador tiene libre elección, o un mundo abierto en el que puedes ir a pie a la gran mayoría de sitios, dándole una verdadera sensación de peregrinación al asunto, donde en vez de puntos de guardado tendremos un sistema de checkpoints y varios atajos muy útiles que desbloquear, algunos de ellos más complicados de ver que otros. Mucho más que eso, aunque el argumento principal siga su curso independientemente de las acciones del jugador, aunque cuenta con dos finales pero su desenlace depende de la decisión final después de derrotar el Final Boss, las historias de los NPCs sí que variarán dependiendo del órden en que decidamos hacer las cosas, o las respuestas que demos, entre otras cosas, lo que puede conllevar a que ciertos personajes se vuelvan violentos y nos ataquen al vernos, que sean misteriosamente asesinados o que logren sobrevivir en Lordran.
Más allá de todo esto, junto la historia del juego tenemos desarrollado un sistema de Pactos a los que nos podremos unir, 9 de ellos en total, cada uno con un objetivo y un rol dentro de la historia, todos ellos orientados para alentar el modo multijugador, algunos intencionados para ayudar a otros jugadores en línea, mientras que otros con propósitos bien diferentes. Existen, en resumidas cuentas, dos maneras de jugar online, tenemos las invocaciones, mediante las cuales podremos traer hasta dos jugadores a nuestro juego para que nos ayuden a derrotar a los jefes de la zona en la que nos encontremos; y tenemos las invasiones, en las que otros jugadores entrarán en nuestros juegos con el propósito de derrotarnos, muchas veces de maneras poco honrosas, y fastidiarnos un rato. Para activar ambos modos de juegos deberemos transformarnos en humanos sacrificando humanidades en las hogueras, los checkpoints citados, y buscar las marcas de invocación de los jugadores en ambos casos, aunque en muchas ocasiones los invasores entrarán en nuestra partida sin ser llamados. Existe un código de honor para los duelos de invasión, pero la norma número uno es que si el rival no lo respeta no tienes porque hacerlo tu. Eso no quiere decir que todas las invasiones se hagan a mala fe, yo he tenido combates muy dignos, y he bailado con invasores en Anor Londo. Por otro lado, aún decidiendo jugar el juego en modo offline exclusivamente, podremos encontrar marcas de invocación de NPCs en lugares concretos y ser invadidos de la misma manera en ciertas situaciones, en ambas ocasiones relacionados con las historias de éstos, de manera que alguna vez el hecho de poder encontrar sus marcas tendrá que ver con las decisiones tomadas anteriormente.

Mi mejor y más preciado recuerdo.
La moneda de cambio en Lordran serán las almas que podremos obtener de distintas maneras y perder con incluso más facilidad, pues, cada vez que nuestro personaje muera la partida se reanudará desde la última hoguera en la que descansamos, y nos encontraremos siendo no-muertos, en vez de humanos, con el contador de almas y humanidad al cero. Sin embargo, el sistema de juego nos otorgará una oportunidad para enmendar nuestro error, de manera que al regresar al lugar donde morimos la última vez, encontraremos una mancha de sangre de la cual podremos recuperar nuestras almas y humanidad acumuladas. Los objetos recolectados no se atienen a esta norma, pero se debe de tener en cuenta que objeto usado, usado queda, ya que el sistema se encaragará de guardar automáticamente con regularidad.
También necesitaremos almas para poder subir de nivel, pero la historia no es tan sencilla. Para subir de nivel necesitaremos descansar en un hoguera y tener x número de almas que irá incrementando conforme más niveles subamos. Al mismo tiempo, subir 1 nivel es equivalente a augmentar 1 punto de 1 de nuestros valores (Vitalidad, Resistencia, Fuerza, Destreza, Inteligencia, Fé, entre otros). Cabe decir que cada valor afecta varios de nuestros atributos, por ejemplo la Resistencia hace que suban nuetra estamina, capacidad de carga, resistencia a las hemorragias y la defensa física general. Deberemos tener en cuenta que las armas de este juego no sólo escalan con ciertos atributos, es decir, que su daño es proporcional a ellos, cuanta más fuerza y destreza tenga, más poderos es tu Claymore, también requieren un valor mínimo de estos para poder usarlas, por lo que, armas y hechizos necesitarán que tengas un mínimo de ciertos valores para ser usados. El problema viene cuando te estás haciendo un personaje con fuerza y destreza, habiendo invertido una suma de almas alarmante en piromancias, y te das cuenta que para usar x espada guapa necesitas invertir en fe, o en inteligencia, y así pasa varias veces hasta que el personaje que estabas modelando para que aplastara enemigos acaba siendo un "jack-of-all-trades" (Mago Rojo en idioma Final Fantasy). True story.

¿Quiere decir esto que lo voy a pasar mal si no hago experto en algo a mi personaje en algo? En absoluto. Exceptuando el tema de los invasores, que generalmente han creado a sus personajes a consciencia, puedes pasarte el Dark Souls siendo un "mago rojo" sin demasiadas dificultades, incluso derrotar a los jefes a tu manera, porque no existe una sola manera correcta de hacerlo. Una vez te das cuenta de qué te está pidiendo en juego, la dificultad se limita a ciertas zonas hechas con el único propósito de fastidiarte, y algún jefe al que no le acabas de pillar el moveset y los tiempos. Es cierto que la Tumba de los Gigantes sin mis piromancias al +12 como las tenía entonces me hubiera sido tremendamente más complicado, pero eso no quiere decir sean imprescindibles ni mucho menos, lo cierto es que la Hidra del Ash Lake me la hice con el arco porque había visto la peli de Rambo 2 en día anterior, y me costó un par de intentos, no más. Lo que sí que es de vital importancia en este juego es reforjar tus armas y armaduras, para lo que necesitaremos la colaboración de un herrero, el material que nos pida, y las ascuas pertinentes repartidas por Lordran, pues no se pueden reforjar armas divinas sin el ascua divina custodiada en el Bosque Tenebroso, y justo para las Catatumbas sí que es más que aconsejable llevar una reforjada una cuantas veces. Hay varios tipos de refuerzo de armas para todos los gustos, y los valores de daño de éstas variarán dependiendo de qué decidimos hacer con ellas, pero una arma de refuerzo normal al +15 nunca está de más. También deberemos tener en cuenta que se deben reparar de cuando en cuando, en la hoguera o en casa el herrero, o si no corren en riesgo de romperse.

Yo contra mi peor enemigo.

Volviendo al tema de la peregrinación y el mundo abierto, aunque lo primero que se te habla de este juego es de su dificultad, la esencia del Dark Souls está en la exploración de Lordran y en el descubrimiento de fragmentos de su "lore", la historia detrás del argumento que no es contada, que el jugador irá encajando poco a poco a partir de los diálogos con los personajes, las descripciones de los objetos y los lugares que visitaremos, de manera que es imposible descubrir todos estos misterios escondidos no sólo porque nunca se acaban de concretar, también porque es imposible que en una sola jugada se pueda encontrar toda la información, y para cuando te lo juegas por segunda vez, quizás encuentres alguna evidencia de que tu teoría no es cierta. A mi me atormenta el particular hecho de haber encontrado un milagro de Havel en un cadáver en el Ash Lake, es algo que no logro encajar, y hay multiples teorías sobre particulares puntos del lore en las que coincidir o no con otros usuarios, y ninguna de estas teorías se pueden dar por buenas en realidad ya que no existen ninguna confirmación oficial, y, a mi parecer, eso es el Dark Soul, encontrar la negra armadura de Tarkus en la esquina de la capilla en Anor Londo y creer que tu pobre compañero debió caer de las vigas por que su peso no le permitió guardar el equilibrio necesario para atravesar la estancia. Dark Souls también es bajar por las oscuras Tumbas de los Gigantes hasta ese precioso caminito en el precipicio desde donde, alucinado, ves los árboles milenarios del Ash Lake, y ser invadido por Leeroy mientras aún estás saliendo de tu asombro, o salir de la cárcel de los archivos del Duque para que comience a sonar una estruendosa melodía atrofiada mientras sueltan espantosos experimentos fallidos para acabar contigo y te entra cague cuando ves que los serpientos se ponen a correr huyendo de esos monstruos. O también entrar en Ariamis a lv 55-60 y darte cuenta del terrible error cometido. ESO es para mí este juego.

No se libra, sin embargo de algunos glitchs, todo hay que decirlo. Me recuerdo con amargura farmeando titanita grande, para reforjar mi Claymore en la Fortaleza Sen antes de lidiar con el jefe de la zona, cuando el cadáver del soldado que acababa de matar salió volando con su capa y con mi tesoro. Y también recuerdo como Lost Izalith me pareció que estaba hecha con mucha pereza, a pesar de que la arquitectura que se me iba presentando de la zona anterior prometía mucho mucho.

Otra cosa que decir del Dark Souls es que sólo escucharemos música de fondo durante las batallas y en unas pocas zonas del mapa. Muy grandes todas y cada una de las composiciones de Motoi Sakuraba, y si tuviera que elegir alguna especial para mi, comenzaría con el Taurus Demon, el tema del primer jefe en el que siempre me ha parecido escuchar como un diálogo entre el coro y el violín con los instrumentos de viento, como si ellos lucharan en la misma batalla, el tema del Gaping Dragon, traducido al castellano irónicamente como "Dragón Boquiabierto", el tema de Ornstein'n'Smough también te devuelve al escucharlo a ese momento clave del juego, y mi gran favorita, The Ancient Dragon. Sin embargo, los temas más representativos de este juego son, sin lugar a duda, el Firelink Shrine y el tema del jefe final, ambos hablan de lo que verdaderamente trata este juego, tienen esa melancolía especial, con cierta tristeza y amargura de las que tratan la peregrinación que es este juego.

Yo maquinando un poco honorable asalto por la retaguardia.
He escrito mucho, pero aún me parece que me falta hablar de más cosas, como de mi opinión personal y experiencia:
Cuando compré este juego por 6€ en Steam durante las rebajas de aquel verano no sabía lo que estaba haciendo. Saliéndome de mi costumbre de RPGs por turnos y Megaman, avanzaba por Lordran con un horror incomprensible, escuchando con mis auriculares, entonces más nuevos que ahora, cuidadosamente para encontrar a los enemigos antes de que ellos me vieran, forzando a mi portátil para poder jugar online, cosa que sólo logre en el Bosque Tenebroso, y aún no sé muy bien cómo o por qué, encontrando amenazas en todas las esquinas y emboscadas que nunca logré evitar. Aún así, prácticamente todos los días me ponía a jugar porque lo necesitaba. Necesitaba zurrar a todos los enemigos para proclamar efímeramente esa zona como própia, quería avanzar en la historia para reencontrarme con los otros NPCs y pasearme por delante de ellos presumiendo de mi nueva armadura. Necesitaba acabar con la vida de esas monstruosas criaturas enormes para demostrar lo valiente que era. Llegúe a Anor Londo, a la puerta del jefe, y ya no podía ignorar los lloros de mi PC cuando para subir las grandes escaleras me veía obligada a girar la cámara de manera que en vez de mirar hacia delante, tenía que subir mirando hacia atrás; al mismo tiempo, a mi hermana se le quemó la tarjeta gráfica de su ordenador, y comprendí que era una advertencia y que no habría una segunda.
Meses pasaron antes de que encontraramos una PS3 de segunda mano por 90€, pero nunca olvidé ni perdoné, pues lo primero que pensé fue en que debía volver a Anor Londo. Peor aún, en lo primero en que pensé mientras hace ya casi un mes salían los créditos en la pantalla de la tele fue en volvermelo a jugar.

El New Game + es un paseo, pero lo estoy aprovechando para conseguir trophies como el de conseguir todos los milagros, etc, lo que me hizo ver, al consultar la lista de logros, que aún hay secretos que no desvelé en mi primera jugada, y que estoy dispuesta a descubrir. Y es que este juego me ha cambiado la vida.